EL SAN VALENTÍN DE UN SOLTERO ( un corazón algo vacío)

Extraño es una ventana, abierta al amanecer.




De repente el cielo nublado de Lima fue cubierta por una espesa nube negra, bueno si es que se le podía llamar negro a aquel color que tenía la nube, pero que mas le importaba a Roberto en ese entonces, solamente podía caminar solitario cerca del famoso Parque del Amor.

Se sentía muy extraño caminar por ahí, era como si uno estuviera riendo en un funeral, era como si los dolientes escuchasen una risa tan grande, como si nunca hubiesen escuchado una, pero esta vez todo era tan distinto, las risas no eran de el sino de ella, hasta lo mas profundo de sus oídos podían llegar su grandes risas, pero lo que no podía recordar era si es que las risas eran de placer o de burla hacia el. Pero que mas le importaba a Roberto.

Caminaba en medio de varias parejas besándose, trataba de evitar mirar a algún lado, pero si es que en algún lado se pudiese ver en ese momento. El aire, el clima y todo olía a a AMOR y de repente comenzó a tener una extraña sensación de irrealidad, no sabia en donde estaba parado y la cabeza le dolía, comenzó a caminar de un lugar a otro como un extraño agarrándose el rostro como si fuera plastilina queriéndose sacar los ojos como si fueran un par de canicas más, fue de un lugar a otro y se sentó en un banco que daba vista hacia el mar. Aquel inmenso mas que lucía oscuro y frío, pero esto no le importaba, en realidad no sentía ni el viento ni el amor.

Muy pronto no pasaría ese lugar desapercibido, un par de parejas escogieron, como si se tratase de la peor tortura, sentarse, cada pareja, al costado suyo, podía ver en primera fila aquellos besos interminables, besos que el quisiese mucho haber poder sido recibido por ella, pero lo único que escuchaban eran risas. Rápidamente se levanto de aquel asiento, y se fue corriendo mientras una extraña jaqueca lo atormentaba, atropellaba a la gente, casi lo atropellaron un par de carros en el camino. Pero que mas le importaba a Roberto.

Sin que el hubiese estado ahí no sabia como había llegado al parque de la Exposición, lo único que podía estar al tanto era que su corazón se le quería salir por la boca, y que estaba todo sudoroso, ni siquiera sabía con que velocidad llego desde Chorrillos hasta Lima, era un sentimiento muy extraño, algo realmente extraño, pero en medio de eso vio una combi y no paso mucho tiempo para tomarlo aunque en realidad no sabía a donde se estaba dirigiendo. Pero que mas le importaba a Roberto.


(Fragmento del capítulo X de la novela corta "Memorias espaciales de un terrícola suburbano" . 2016) 

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