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PRÓLOGO HALLADO EN UNA HABITACIÓN
Desde que ha empezado la intranquilidad ha establecerse en mi hogar, lo único que he podido comprobar es que solamente a través de las lineas puedo "vaciar la mente" y la verdad no sabría ahora como hacer esto así por lo que to lo que ahora se lea en esta sección serán solo relatos dispares sin conexión alguna, diarios de un carácter tan personal que muchos creerán que quiero hacer pública mi vida solo porque sí y la verdad es que no. No hago esto por un disfrute o por dar más datos para que se escriba una copiosa biografía en Wikipedia, hago esto para así mis demonios internos puedan ser liberados por las yemas de mis dedos y de mis pensamientos, así que solo queda indicar ciertas cosas para que, sea el lector que esté interesado en leer esta suerte de memorias psicológicas o diarios de cuarentena sepa que las letras en números romanos (I, II, III, IV, etc,) son sueños completos o el universo narrativo en general; los que estén enumerados con ordinales (1, 2, 3 4, 5, etc.) son fragmentos de sueños que recuerde con más detalle si es que los sueños en general no los recuerde; finalmente los párrafos y fragmentos que estén abanderados por un (*) son ideas que en general se me ocurren de la nada, cosas espontáneas y sin importancia (si es que me quieren conocer todavía un poco más)
Dicho todo esto empiezo....
I
Desde donde empezar la verdad no lo sé, si decir que los dolores que últimamente siento son reales o no , la verda no lo sé, la medicina últimamente ha avanzado tanto pero a la vez siento que se ha detenido demasiado, desde inmemoriales tiempos donde creíamos que el hombre tenía tan solo 4 humores que ya ni siquiera recuerdo, siento que la medicina ni siquiera ha podido saber en realidad que tengo, aunque si pienso bien las cosas, ni siquiera yo mismo sé que es lo que en realidad siento.
Entre la realidad y la ficción, es donde me encuentro ahora, en una etapa de mi vida donde ni siquiera puedo pensar, ni siquiera puedo pensar "bien", pensar sin esforzarme, sin malestar, sin depender de ningún dolor, de ningún pensamiento, de ninguna necesidad, de ningún estrés, de ninguna idea que en estos momentos me detienen y me limitan, ideas que somatizo es decir que las siento como si fuese un malestar físico.
La verdad que todo esto de las relaciones mente cuerpo es algo que ha pasado tan recientemente en mi vida, tan reciente desde que empezó este tema de la cuarentena, la cual creí inocentemente que la pasaría de maravillas y que tan sólo tendría una agradable experiencia de soledad en donde todo finalmente fluiría a mi favor, cuán equivocado estaba, o mejor dicho, cuán tranquilo estaba cuando meses atrás soñaba con la anarquía perfecta, con el " deshacer para renacer" pero todo fue de mal en peor.
Al inicio los memes sobre el inicio con pie izquierdo del presente año, luego con las estúpidas modas que veníamos arrastrando desde el año pasado, el paraíso en la tierra que pretendí haber descubierto, después las terribles noticias desde el lejano oriente y los ecos de la conspiración (que odio con todos mi huesos) que finalmente dieron como resultado una terrible realidad que choco con todo, como si fuese algún auto que repentinamente e estrella contra una arranca y cae al vacío.
Los vientos políticos y mi interés con mi viejo trabajo cambiaron, pensé en mis estudios como una suerte de refugio final para mis estudios aunque lamentablemente la cuarentena paralizó todo, las calles, as plazas y el tiempo, mi libertad y mis alas fueron cortadas para dar paso a una suerte de encierro en un edificio al cual le tuve un poco de fobia pero (desconozco si existen fobias hacia los edificios) pero finalmente eso fue lo que pasó, lo que ocurrió meses después solamente confirmó que al parecer no estaba curado del todo y que tenía que hacer algo para poder sanarme, aunque por la poca paciencia que tengo y por toda la tensión que siempre he tenido para hacer las cosas quizás no todo esto me ha estado ayudando últimamente.
En estos precisos momentos que escribo estas letras estaba discutiendo acerca de la seriedad y de irritabilidad que me causan las tragedias (pese a que estoy viviendo en mi propio cuerpo) pero que más puedo hacer, quizás esté exagerando como siempre lo he hecho en estas 21 eras, pero que esperar.
Que decir si las noches y las madrugadas casi siempre son el recuerdo de una terrible muerte por alguna absurda razón e idea, desde una imagen hasta una idea o pensamiento, antes de ser una idea, que la verdad me dan muchas cosas de que pensar, la verdad no lo sé, el sueño me agobia pero la verdad que no quiero cerrar mis ojos, temo siempre aunque eso significa la paz, la tranquilidad y la quietud, una quietud que no se porque lo asocio a algo malo, lo único que quiero es paz y tranquilidad y por el momento es todo lo que puedo escribir hasta ahora en este diario de cuarentena, al menos por el momento es lo único que puedo hacer....
...Continuará.......
Lima, 2020 los 21 años de siglo 21
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