Dichosos los llamados al llamado
que en la dicha de toda creación
miraron al ocaso en los divinos rayos
la oración en ayuno humano
llegando en mi ánima
el creer en un Dios Padre
creer en la dicha de ser uno
penitente en una lástima
a cuyo socorro Miguel viene
baja con un rayo
Resonando en la cúpula el canto
de su hijo, al vez padre y espíritu
aspiran a decir: ¡Santo!
diciendo que ya pronto viene
la noche cuando la estrella pase
el juicio venga en ímpetu
oración de la mañana
vengo hacia tí visión
oración de la tarde
ve peregrino caminante!
oración de la noche
¡Guarda de mi mente la noche gris!
tentación
¡Apártate1
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