BOLETÍN LITERARIO N° 7 (¿Hay futuro para un blog casi en desuso?)

 



Ha pasado casi muchos meses (y muchos siglos) desde que, por una cuestión de creencias que sólo dilataban el tiempo del encuentro, había dejado la sana y grata costumbre de escribir. Había incluso dejado que mis preocupaciones  se apoderen de mis más ansiadas ganas de reencontrarme con ustedes, queridos lectores de este blog, si, a ustedes lectores que, donde quieran que estén me han acompañado durante estos casi 5 años que me encuentro, como sea, activo.
Y han sido muchas las situaciones en donde pude haber usado este espacio para sacar a relucir algunas de las ideas que tenía atesoradas yu las he cambiado o transformado con el transcurso del tiempo, pero la timidez que tenía al compartir estas cosas tan profundas quizás me hacían titubear o incluso dudar.

La duda, la terrible y temida duda, ese sentimiento implacable de estar ya la vez no estarlo, de pensar y a la vez no pensarlo, de afirmar, pero al mismo tiempo negar, ese es temible sentimiento que ha estado creci9endo con el paso de este año. del cual espero muchas cosas positivas y muchas cosas que mejoren mi capacidad como ser humano.

Pero la verdad que todo este tiempo estuve pensando una y otra vez, si es que podría escribir o no hacerlo, si me dada una ultima oportunidad de rozar mis yemas por las teclas y dejar que mi alma  haga catarsis con todo lo que tiene que decir, no se muy bien porque pero no sabría explicarlo, ya es un milagro que me encuentre escribiendo algo en estos momentos, el problema es que no se por donde empezar.

Y llega la duda de nuevo con sus larga sombra a quererme atrapar, pero soy más rápido que ella y me apuro en escribir, mis ojos, rudos, siguen con presteza a mis dedos y mi mente  escoja de las 24 letras del alfabeto latino, las correctas que puedan dejarse sentir por alguna caritativa que las lea mientras un suave viento, al cual no presto mi atención, acaricia mi rostro tratándome de calmar mi ánimo perfeccionista el cual me deja a veces cansado y somnoliento, con unas ganas de que mi cuerpo se acueste en el suave y tibio lecho que me reconforta el alma, en el descanso de un sueño halagador, e un sueño presente.

Voy a descansar queridos lectores, si, eso es lo que haré, pero se que el título de arriba, como la gran mayoría de mis boletines, no es en vano ni por gusto, así que le resolveré inmediatamente esa extraña duda del cual se está haciendo un mundo de pensamientos:
No lo sé... a verdad es que no sé cual será el verdadero futuro de este pequeño rincón intelectual, se que quizás esté unidos lo que yo crea conveniente de hacer con ella, pero lo importante de todo esto es que al menos sigo estando aquí, con la pluma imaginaria tratando de derrochar una gran cantidad de creatividad mientras mi ánima me indique que es lo que tengo que hacer...y eso es escribir.

Me embarco en un viaje extraño, un viaje del que espero aprender muchas cosas y dejar muchas otras que no me sirven, quizás recuperar algunas pero lo más importante de todo esto es el de tratar de descubrir mi lugar en el mundo. Espero volver a contar con ustedes, así que será hasta la próxima ocasión. Se que las despedidas son tristes, pero lo que me agrega de todo esto es que esta no lo sea.


Lima, en el primer mes del primer año del primer siglo de mi presencia.

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